Mil millones de euros en ayudas (sin especificar cuáles), pero los codiciados, por los ucranianos, los tanques Leopard todavía no. Alemania pone en stand by el envío de los tanques a Kiev: “Si Estados Unidos envían a los Abrams, los seguiremos”, dicen. La República Checa y Eslovaquia podrían pensar en los Leopard por el momento.
Estas son las conclusiones de la cumbre de Ramstein, que reunió a todos los países que apoyan a Ucrania en su conflicto contra Rusia. “No hay una opinión unitaria sobre esta cuestión. La sensación de que hay una coalición unida determinada y Alemania es un obstáculo es errónea”, destacó el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius. Hay un problema y desde Kiev el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky lo ha hecho público: “Nosotros no tenemos tiempo. El tiempo es un factor determinante. Necesitamos tanques defensivos y de combate. Cada arma cuenta”.
La verdadera cuestión sobre la mesa es la ampliación del conflicto, sobre la que no todos están de acuerdo. Los rusos comentan que “crece la participación de los países de la OTAN en este conflicto” y las relaciones con Estados Unidos se definen “probablemente en su punto más bajo históricamente, sin posibilidad de mejora”.
Sobre la guerra, el Presidente del Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos, el general Mark Milley, es escéptico de que “en el año en curso Ucrania pueda expulsar a todas las fuerzas rusas de su territorio. No digo que sea imposible, pero creo que es realista que este año se pueda estabilizar el frente”. Por parte de la UE, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha anunciado un nuevo tramo de ayuda militar de 500 millones de euros a través de la European Peace Facility (EPF).
