A la espera del crucial encuentro (virtual) con Biden del lunes, carta blanca del Plenum del Partido Comunista chino al “compañero” Xi Jinping. Una verdadera coronación por haber marcado, como ha subrayado la asamblea, el camino para “el marxismo chino contemporáneo, el marxismo del siglo XXI” y por haber representado en estos años “la esencia de la cultura y del espíritu chinos”.
Será con él que China irá adelante: al hombre “que promovió resultados y cambios históricos” reservaron el lugar que va a los grandes, de Mao a Deng, de Jiang Zemin a Hu Jintao. Cuatro días de trabajo para decretar que “el compañero Xi es el núcleo del Comité Central y de todo el partido”. Xi dijo claramente, no negando el pasado, que los últimos cien años han sido “la epopeya más grande en la historia de la nación china durante miles de años”.
A los 68 años, será reelegido para un segundo mandato el próximo año y tendrá muchos problemas que resolver, entre ellos la crisis energética y la relación conflictiva con los Estados Unidos, además de ir a retomar Taiwán con una guerra como quiere el Partido.
