El ataque final (sobre la energía)

La amenaza, respaldada por hechos, de cerrar el grifo del gas proviene de los rusos en un momento en que Europa está desorientada. El pánico que se ha creado por los costes de la energía y la inflación galopante comienza, irracionalmente en la mayoría de los casos, a desunir nuestro continente, al que, por otra parte, las elecciones italianas a fin de mes pueden asestar un golpe (casi) decisivo.

Pero el frente anti-Putin, al final, ¿sigue siendo compacto? Esto preocupa al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, cuando afirma que “En estos días, Rusia está tratando de aumentar aún más la presión energética sobre Europa: el bombeo de gas a través del Nord Stream está completamente interrumpido. ¿Por qué lo están haciendo? Rusia quiere destruir la vida normal de todos los europeos, en todos los países de nuestro continente. Quiere debilitar e intimidar a toda Europa, a todos los Estados”. Zelensky pide “unidad y cohesión” pero tanta firmeza en los aliados europeos, debilitados por la guerra en curso, no se ve.

En Alemania, cambiar de proveedor – de Rusia, que suministró el 55% del gas, hoy solo el 9%, a Noruega, que tiene una cuota de mercado del doble de hora, el 38% – puede servir poco frente a las tensiones. Basf, un gigante de la industria química, ha reducido su producción y otras industrias como la automotriz y la manufactura están en serios problemas. El coste de la energía ha aumentado quince veces más; la inflación, que nunca ha ocurrido, se sitúa en torno al 10%. Y China, el principal mercado alemán, ha sufrido los efectos del conflicto.

No es solo la escasez de energía lo que preocupa. Los rusos tienen un arma poderosa que jugar en la futura mesa de negociaciones, que es la nuclear. Los riesgos en la central ucraniana de Zaporizhzhia aumentan: desconectada la red eléctrica, rusos y ucranianos bombardean a pocos metros de los amontonados. “La situación es extremadamente compleja y difícil”, destacó el director del AIEA, Rafael Grossi, después de haber estado en el lugar.

“Nuestro dolor hoy es Chernóbil y todo lo relacionado con el desastre ocurrido en esa zona. Sabemos el peligro que podría representar para Ucrania y el mundo la violación del átomo pacífico en la central nuclear. Rezamos para que también su presencia ayude a prevenir un nuevo desastre nuclear en el territorio ucraniano’. Lo ha dicho el arzobispo de Kiev. Recemos para que no suceda lo que ya hemos imaginado y vivido.

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