Otra vez los penaltis. La maldición de siempre cae sobre la selección española y la expulsa del Mundial. Tres penaltis sobre tres equivocados: el héroe del día es el guardameta Bono que juega en el Sevilla. Uno de los ocho equipos más fuertes del mundo es Marruecos, merecidamente, y ahora se enfrentará a Portugal. España fue eliminada en la tanda de penaltis en el 86 con Bélgica, en 2002 por Corea del Sur, en 2018 por Rusia. Un récord desafortunado, aunque los tiros de Soler, Sarabia y Busquets no eran irresistibles.
Los hombres de Luis Enrique, como de costumbre, mantuvieron siempre la pelota (975 pases contra los 235 de los marroquíes), pero pocas fueron las oportunidades de gol. Y así la selección norteafricana se toma la revancha también sobre una Historia que siempre ha dividido a los dos países, desde que, hace mil trescientos años, el califato Omayyade conquistó la pensión ibérica. La Reconquista de 1492 fue entonces terrible para los moros, que tuvieron que convertirse al catolicismo si querían salvarse la vida. Hoy las tensiones son para Ceuta y Melilla, enclaves españoles en territorio marroquí.
Sofyan Amrabat encandiló a todos con un post. El futbolista de la Fiorentina fue el mejor en el campo, pero el peor fuera. Al final del partido publicó en su perfil de instagram un meme en el que se le ve con katana en la mano que lleva a Gavi en la espalda y con Pedri en el fondo. Una increíble falta de gusto, con referencias que algunos han interpretado como un guiño al terrorismo. La FIFA debería estar atenta en estos hechos que con el fútbol nada tienen que ver.
