Italia es ahora rehén de la política

La “corta temporada dorada” de Italia, como la han llamado los periódicos estadounidenses, termina aquí. Lo saben los italianos, que en otoño votarán no para cambiar sino para sobrevivir, lo sabe Europa, que se tambalea.

Una crisis que parece hecha a propósito para Putin, para sembrar rencor y desconfianza en el centro de Europa. Pero esto a los partidos italianos les interesa poco, que tengan pocos o muchos votos (en el país, como en gran parte del mundo occidental, solo vota un grupito de electores). El Belpaese está sin guía hasta octubre (el 2 o 9 de las elecciones) y no hace falta un genio para comprender que estallarán las cuentas: los que pueden refinanciar la deuda, el spread a las estrellas, los costes de la energía en una situación ya difícil.

Mario Draghi hizo lo que pudo, pero con la abstención de Lega e Forza Italia su exit ya fue escrita. El centro-derecha ha explotado cínicamente la crisis del Movimiento 5 Estrellas, que ahora corre el riesgo de dividirse aún más. Salvini y Meloni, los líderes de Liga y Hermanos de Italia, quieren ir a las urnas. Cuando ganen, como parece lógico hoy, tendrán que poner en marcha un programa demagógico, porque ya el país estará en emergencia. ¿Cui prodest?

Maria Stella Gelmini, personaje histórico de Forza Italia, ha dejado el partido: “Por un cálculo electoral se lanza el país no solo en la inestabilidad, sino también en el caos. Y esta creo que es una responsabilidad profunda que Forza Italia y Lega tienen y de la que deberán responder a los ciudadanos”. Draghi, que de alguna manera había hecho aceptar al mundo un país en crisis de identidad, dándole credibilidad, pronto dimitirá. La “corta temporada dorada” ha terminado. Un poco también la representatividad democrática, el sentido común, la cohesión del país.

Share:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn
On Key

Related Posts

Confusiones

(P. Fernando Pascual) – Hay confusión sobre economía y sobre política, sobre ética y sobre medicina, sobre la vida y sobre la muerte, sobre las

Treinta años sin Fellini

Rimini ha homenajeado a su Maestro, el Artista que ha hecho de sus lugares nativos y de sus turbaciones una ciudad de papel maché y