Pressing y calidad individual: España domina en Milán

España hace caer (ruidosamente) a Italia en su Milán después de un partido de gran intensidad, con una óptima presión e individualidad importantes. Dominó, el equipo de Luis Enrique, en la semifinal de la Liga de Naciones, también gracias a dos golpes de suerte ocurridos en el primer tiempo: las ocasiones equivocadas de Bernardeschi en el 0-1 con una conclusión sobre el poste y, clamorosa, de Insigne que en la puerta vacía puso al lado, y la expulsión de Bonucci al minuto 41. Dos hechos que han ayudado a una España que, por otra parte, no lo necesitaba: sólida, con una gran calidad, embellecedora en el juego por el mérito de Luis Enrique que ha lanzado en la lucha a jóvenes talentosos como Gavi, que ha admirado toda Italia, el canterano del Barcelona de sólo 17 años. 

Los Azzurri se detienen en 37 partidos consecutivos invictos. España va a la final con la ganadora entre Francia y Bélgica – esta noche en Turín – con la convicción de que ahora todos los mecanismos funcionan y que el papel extra se llama Fernan Torres, 12 redes en 21 presencias, dos goles ayer, una espina constante en la defensa azul. No hay necesidad de un delantero central si Fernan y Oyarzabal juegan como ayer. Ya en Wembley, en la semifinal del Europeo donde había prevalecido a los penaltis Italia, se había visto que España podía hacer daño a los Azzurri con un pressing tan intenso. El juego del equipo de Mancini fue secado por la “cura” de Koke en Jorginho y de Gavi en Verratti: deténgase los directores de Italia, fue todo un descenso. Sólo las aceleraciones de Chiesa han creado algunos problemas, pero el juego siempre ha estado en manos de los españoles.

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