La policía francesa, en la zona de Toulouse donde se perdió el rastro, aceptó la denuncia de desaparición de su madre ayer. Es un misterio la historia de Adriano Pacifico, el de 32 años de Módena que, partiendo para recorrer el camino religioso, ya no se encuentra. Incluso intervino el Ministerio italiano de Relaciones Exteriores para solicitar la búsqueda del joven, que parece no tener problemas particulares, ni con la ex compañera ni con otros.
Cocinero, había telefonado el lunes a su madre, pero llamando desde el móvil de un desconocido, probablemente una persona que conoció durante el viaje. Una conversación extraña, en la que Adriano casi llora, revela que está agotado y que ha permanecido en una cabaña. Luego, después de la llamada telefónica de Toulon, nada. La madre sospecha el compañero de viaje, un argelino que sostiene, en un mensaje, que no sabe donde se ha ido Adriano. Y ahora la única esperanza son las cámaras y los retiros de Adriano del cajero automático.
