Al final, los jóvenes del rave party también limpiaron el área. Con el nuevo decreto ley aprobado en el Consejo de Ministros la próxima vez podrán ser condenados hasta seis años de prisión y pagar más de lo que cuesta la participación en numerosas fiestas (de mil a diez mil euros).
“Invasión de edificios destinada a las reuniones” la fórmula genérica que solo agrada a quien quiere que desaparezcan los “antagonistas”: se podrá aplicar también en otros ámbitos, por ejemplo en los centros sociales. Pero esta nueva intransigencia, el “peligro para el orden público o la seguridad pública o la salud pública”, ¿por qué no se ha utilizado contra los nostálgicos de Predappio?
Sí, porque en las dos reuniones, una en Módena y la otra en Romaña, es evidente que se han usado dos meses y dos medidas. “Son cosas completamente diferentes, Predappio es una manifestación que tiene lugar desde hace muchos años. En la fiesta rave estaba la denuncia del propietario”, comentó la primera ministra Giorgia Meloni, que así se salva en la esquina.
Si el fin es contener el subidón, bueno, exaltados están ambos, una parte de los participantes de Módena y los de fez y mosquete que niegan la Historia y la ofenden, evocando la Marcha sobre Roma.
Un decreto que molesta a muchos, pero satisface al número dos del nuevo Gobierno, Matteo Salvini, que tuitea su alegría por “las primeras disposiciones sobre Justicia y certeza de la pena, covid y salud pública, seguridad y lucha contra la ilegalidad”. Después del anuncio de que la obligación de vacunas para el personal sanitario ha terminado, el Gobierno ha tenido que dar marcha atrás sobre mascarillas en los hospitales y en las Rsa que deberán seguir siendo usadas.
“Lo que el contexto de la gestión anterior es que ha habido una infinidad de medidas tomadas por los gobiernos, que no tenían en la base ninguna evidencia científica” ha alabado Giorgia Meloni, dando la razón al pueblo no-vax que es contado, dicen los estudios post-voto, entre sus electores.
